La imagen puede serlo todo a la hora de negociar, el futuro de un contrato puede depender de la primera impresión que se lleven las personas que lo deban firmar. Si se cierra un trato en unas oficinas y estas no dan buena imagen, están sucias, el mobiliario está roto, etc., el negocio se puede perder al echarse atrás uno de los bandos por la mala impresión que se han llevado.

Por ello es esencial tener una oficina que invite a entrar, que sorprenda a los invitados, que con su diseño, la colocación del mobiliario, las ventanas, la higiene; deje a todos boquiabiertos. Para ello lo primero es contar con un diseñador y un arquitecto, el primero que nos ayude a escoger los muebles y el segundo para saber sacarles el máximo partido, tanto a los muebles como al espacio de la oficina.

Lo siguiente es tener una buena empresa de limpieza, que se encargué de dejar toda la oficina impecable. Desde el suelo al mobiliario, pasando por baños y ventanas, que den una imagen de profesionalidad. La limpieza de oficinas es algo fundamental para cualquier empresa, es su imagen, habla de la propia compañía; si una oficina no está limpia las personas no van a poder confiar en esa empresa.

Cumplir con todos estos requisitos debería ser primordial en cualquier compañía si busca crecer en su sector.